¡Pum, pum, pum!

Es tiempo de fuegos artificiales, los colores se mezclan, las ideas se alejan y el cuerpo no parece nada más que una carga añadida ante tantos ruidos. Revolucionan a todos y los ponen algo nerviosos, me parece que ya va siendo hora de parar aunque el calendario dice que quedan muchos cohetes que lanzar, tal vez el cielo no pueda contener tantos colores.


No saben que deberían ir a merendar porque no pueden escuchar el ¡GROAR! de sus tripitas con tanto ¡Pum!

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