Sé de una que te regala sonrisas entre cada rizo
así, sin que se las pidas; y lo mejor de ella no es sólo esa felicidad espontánea que la invade, si no toda su presencia, porque hasta de malas es de las mejores. Imperfecta como todos pero, si la miras dos veces, ya no puedes escaparte. No se puede dejar de quererte.
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2 comentarios:
Quererte es poco, Sennita.
Cuanto más lo leo más te quiero y más te extraño
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