Daba vueltas y más vueltas en la cama, las sábanas no podían estar ya más arrugadas y, aun así, Ana seguía dando vueltas.
-¿Por qué soy yo la que no duerme si no he tenido la culpa?-los cocodrilos de su interior rugían como nunca.
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1 comentario:
Tienden a pasarlo mal aquellas personas que no tienen porqué.
¿Por qué aquellos que de verdad tienen porqué tener la conciencia intranquila la tienen tranquila?
Marta, eres alucinante.
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