- No te pongas triste corazón que el Sol no va a brillar.
Te haré cosquillas en la tripa hasta que te hartes de reir. Sisi, así, para que rias con locura y el mundo se asuste. A veces tiene que ser así.
Somos bichos de ciudad y algún día vamos a volar soñando con lo que está por venir. Iremos de la mano y será tan fácil como sonreir.
- ¡Vamos a perseguir puestas de Sol!
Y empezaron ese viaje que aun no terminaron.
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